Un perfume es una composición compleja que puede tener más de 200 ingredientes, aunque pocos se destacan en su descripción. Cada nota tiene su función, algunas son protagonistas, otras complementarias o de transición, y otras compensatorias o potenciadas. Encontrar el equilibrio es el arte de los perfumistas.
A finales del siglo XX, las clasificaciones aromáticas surgieron con fuerza debido al crecimiento de la industria de la perfumería. Surgió la necesidad de crear familias olfativas, agrupando perfumes con notas y aromas similares. Aunque no existe una clasificación universalmente aceptada, sirven para indicar una tendencia hacia un perfil aromático específico.
Muchas familias olfativas tienen notas comunes y, en función de sus matices, pueden segmentarse en otras subfamilias específicas. En definitiva, son un medio de simplificar, agrupar y facilitar una mejor comprensión del mundo de las fragancias.
FRAGANCIAS CÍTRICAS
También llamada Hespéride, es uno de los aromas más antiguos en la perfumería, siendo el limón su olor central. La histórica agua de colonia pertenece a esta familia aromática. Sus esencias fundamentales provienen de:
Cáscaras de cítricos: limón, lima, bergamota, yuzu, naranja, pomelo, mandarina
Flor del naranjo amargo: azahar o Neroli
Petitgrain: hojas verdes y tallo del naranjo:
Los perfumes basados en esta familia suelen ser unisex, atemporales, versátiles, alegres y estimulantes, siendo ideales para primavera-verano. Evocan días luminosos y cálidos, aportando una frescura suave con un tinte ácido. Tienden a ser volátiles y de baja duración, aunque al combinarlos con notas más persistentes y de mayor fijación, se prolonga su duración.
FRAGANCIAS ACUÁTICAS
ecrea el olor a algas y brisa marina-oceánica, trazó un camino en la historia de la perfumería a partir de los años 90´, a través de uno de los perfumes más vendidos de la historia: Acqua di Gio. Está compuesta principalmente por dos moléculas sintéticas: “calone” y “azurone”.
Transmiten un aroma fresco, minimalista, liviano y transparente, siendo ideal para primavera-verano. Suelen generar grandes asociaciones con las notas cítricas, florales, verdes-herbales, almizcladas y amaderadas.
FRAGANCIAS FRUTALES
Esta familia olfativa, actualmente en auge por su carácter fresco, jovial y energizante, se basa en notas de distintas frutas, como ser manzana, pera, piña, higo, frambuesa, grosellas, fresa, melocotón, melón y sandía. Se combinan perfectamente con otras familias, siendo el combo frutal-floral uno de los más elegidos por las mujeres en la actualidad.
FRAGANCIAS FLORALES
El reino vegetal es la reserva odorífera central en la confección de fragancias, siendo la floral la familia aromática más amplia, variada y popular de todas. Algunos perfumes se basan en una sola flor (soliflore), otros en un conjunto (bouquet). Se combinan perfecto con otras notas generando acordes únicos y encantadores, por ejemplo, el combo rosa-oud. Las flores son las reinas de la primavera y, aunque suelan asociarse al uso femenino, su sensualidad, naturalidad y calidez en muchos casos las vuelve unisex. Las más clásicas son: rosa, jazmín, lavanda, neroli, geranio, iris, violeta, fresia, clavel, narciso,nardo, lirio, mimosa, ylang-ylang, magnolia y osmanthus. Hoy en día suelen utilizarse sustancias sintéticas que recrean sus exquisitos aromas, dado el complejo y costoso proceso de extracción de sus aceites esenciales.
FRAGANCIAS VERDES
Por la importancia que tiene en la perfumería moderna optamos por ubicarla como una familia olfativa en sí misma. Evoca el aroma del césped recién cortado, el aire fresco de paisajes verdes o montañas, estando muy ligado a actividades al aire libre. Son perfumes elegantes y versátiles, transmiten un espíritu maduro, jovial y vital.
Algunas de sus notas: menta, salvia, romero, orégano, petitgrain, muguet, perejil, cilantro, heno, albahaca, tomillo.
FRAGANCIAS CHIPRE
La familia Chipre, con un parentesco a la Fougere, combina notas livianas y frescas con un fondo amaderado y terroso. Su nombre es en alusión a la isla mediterránea, donde florecen la gran variedad de plantas aromáticas de esta familia. En esta isla, se halló la fábrica de perfumes más antigua del mundo, con fragancias de 4.000 años.
En la actualidad, la estructura de esta familia aromática se popularizó con el perfume Chypre (1917) a cargo del perfumista François Coty, luego de que Guerlain desarrollara Chypre de París y Chypre.
Sus principales notas son: Cítricos: bergamota. Flores: rosa, jazmín, ylang-ylang, vainilla, ládano. Maderas: musgo de roble, pachuli, sándalo.
FRAGANCIAS FOUGÈRE
El término Fougère significa helecho, debe su nombre a la fragancia legendaria Fougère Royale (1884). Se compone principalmente de: bergamota, lavanda, cumarina (sustancia sintética extraída del Haba Tonka), musgo de roble y madera (pino, enebro, abeto). Otras notas son: geranio, salvia, romero, tomillo, albahaca, hoja de violeta, gálbano. Representan el revitalizante aroma a bosque, masculinas, elegantes, formales y clásicas. Tuvieron su boom en los 70′ y 80′.
PERFUMES AMADERADOS
En esta familia se agrupan los perfumes cuyas notas fundamentales provienen de las maderas o derivados. Tan importante es este elemento que la palabra perfume deriva del latín Per-fumum, que significa humo, vapor. De hecho, una práctica milenaria que se realizaba con fines religiosos, de bienestar y también estéticos, era la de generar aromas ahumados quemando maderas, raíces, resinas, musgos, hojas, frutos y piñas. Actualmente esta tradición se conserva, por ejemplo, al prender el fuego en un hogar, una experiencia sensorial y aromática maravillosa. Las maderas son fundamentales en la composición de fragancias, dotándolas de calidez, nobleza, profundidad, fuerza y duración. Suelen identificarse mayormente con rasgos masculinos, transmitiendo cierta madurez, porte y elegancia.
Entre las más utilizadas, se destacan: incienso, sándalo, palo santo, agarwood (oud), pino, ciprés, cedro, vetiver (raíces), pachuli (hojas), arce, abedul y enebro. Algunas imprimen un carácter más ahumado, cálido y profundo, como el pachuli, sándalo, incienso y oud, y otras son más frescas, verdes y secas como el vetiver, cedro y pino. Se combinan perfectamente con otras notas, generando aromas excepcionales.
FRAGANCIAS DE CUERO
El olor a cuero se reproduce sintéticamente a través de otras notas, principalmente basadas en maderas ahumadas, tabaco y flores. Los aromas representan los distintos tipos de cuero según el animal, color, espesor, tratamiento para su producción, antigüedad, grasitud y textura (agamuzado o más seco). Los perfumes de esta familia suelen transmitir masculinidad, carácter, poder, lujo, misterio, clase y elegancia. El aroma suele ser animálico, seco, oscuro, sobrio, complejo y profundo. Afortunadamente, gracias a la defensa ambiental y de los animales, estas notas en su gran mayoría se reemplazaron por sustancias sintéticas. No apoyamos desde ningún punto de vista el sufrimiento animal ni su exposición a estudios para el servicio del humano. Creemos que se pueden lograr excelentes productos preservando el medio ambiente y los animales.
AMBARADA-ORIENTAL
Los perfumes basados en esta familia son intensos, duraderos, cálidos, dulces, sensuales y empolvados, recomendados para climas fríos. Se llaman orientales ya que suelen evocar olores y sabores de oriente:
Amaderadas: incienso, sándalo, vetiver
Resinosas: bálsamos, mirra, benjuí
Especiadas: canela, nuez moscada, haba Tonka, cardamomo, pimienta
Almizcladas y ambaradas.
PERFUMES GOURMAND
Son fragancias cálidas, dulces, invernales, simbólicamente “comestibles” ya que evocan el sabor de ciertas comidas. Se destacan las notas de: vainilla, haba tonka, caramelo, toffee, café, coñac, chocolate, leche, almendras, algodón de azúcar y chicle. Angel de Thierry Mugler (1992) motivó la creación de esta familia aromática.
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